Para hacer ciudades resilientes, tanto en la arquitectura y la planificación urbana deben concebirlas como ecosistemas vivos adaptables a las nuevas condiciones climáticas a través de la construcción de infraestructura verde.
Las áreas verdes siguen siendo un tema de difícil solución, donde se utiliza generalmente una baja proporción de especies nativas y elevados números de especies nativas y elevados números de especies exóticas. Muchas de las especies usadas en la región Metropolitana son poco eficientes y es momento de cuestionarnos su uso y hacer una mejor selección en cada una de las ciudades de Chile.
¿Sabemos cuánta agua consume en promedio un área verde? ¿Sabemos que arboles son los mas adecuados para utilizar en Santiago? Como, por ejemplo: el césped de una casa en la región Metropolitana puede consumir, en las pocas horas de alta demanda, entre 8,10 y hasta 12 litros por metro cuadrado al día. Solo para tener en cuenta, en el 2019 en la misma región cayeron 82mm de lluvia. Entonces ¿Parece prudente seguir cubriendo grandes superficies con especies de alto consumo hídrico? ¿Podemos lograr áreas verdes que sean sostenibles? La respuesta es si.
No podemos seguir plantando el clásico liquidámbar, contiene un bajo aporte ambiental y un elevado consumo de agua. Para tener en consideración: un liquidámbar de 4 metros de diámetro consume alrededor de 28 litros de agua al día en verano. El quillay por otro lado, árbol nativo, adaptado que trae polinizadores, tiene un consumo hídrico de 14 litros al día.